Las islas cuentan con una gran presión turística en la zona costera y están muy expuestas a los temporales del Atlántico lo que las hace especialmente vulnerables a los impactos del Cambio Climático, debido a la subida del nivel del mar y al incremento de la frecuencia e intensidad de fuertes oleajes, que aumentan el riesgo de inundaciones costeras. En la última década, se estiman que las pérdidas socioeconómicas debidas a los efectos de las inundaciones costeras ascienden a unos 250 millones de euros en la Macaronesia.
Además, nos encontramos ante un frente costero que presenta una orografía muy abrupta que hace que las medidas de adaptación convencionales no sean viables por la gran inversión económica y medioambiental que suponen.